Hemos hablado en otros artículos de la Transformación digital. Un proceso que se iba instalado en la vida de las empresas, trabajadores y clientes de forma gradual y orgánica, pero que en los dos últimos años ha vivido una revolución marcada por dos crisis consecutivas.
La última, para responder a la pandemia y los confinamientos, ha producido un incremento del teletrabajo, el comercio electrónico y todo tipo de servicios online, incluidos eventos multitudinarios.
A todos los niveles, se ha acelerado la Transformación Digital, creciendo de modo exponencial el número de empresas que han optado por adaptar sus negocios hacia un modelo digital. No sólo en los procedimientos de gestión, sino en la orientación hacia el cliente y el trabajador.
Actualmente las opiniones de los clientes, su capacidad crítica en las redes sociales, la posibilidad de elección entre una gran oferta multiplicada en la red, que permite la comparación y compra de servicios y productos desde casa a un clic, han obligado a las empresas grandes y pequeñas a hacer los cambios necesarios para no perder el paso en esta última crisis.
Uno de los sectores que se ha visto afectado, es el de Recursos Humanos.
No sólo han cambiado los sistemas de selección, automatizando parte del proceso, sino también los perfiles que busca la empresa para acometer estos cambios y los perfiles que ofrecen los propios candidatos. Provocando así un cambio en las ofertas.
La empresa busca un perfil con gran capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios, que trabaje en equipo, pero que también tenga iniciativa y responsabilidad en una situación de teletrabajo. Así mismo deben tener predisposición a la formación continuada, ya que las nuevas tecnologías evolucionan permanentemente.
Pero para atraer a estos perfiles la empresa deberá ofrecer calidad de vida y bienestar. El teletrabajo debe garantizar las mismas condiciones técnicas y de ubicación que el trabajo presencial: buenas conexiones, puesto de trabajo cómodo, conciliación, desconexión, etc. Pero, además la formación en materias del sector o procesos y tecnología de la propia empresa debería estar garantizada. E igualmente debería fomentarse la formación que el trabajador considere necesaria para su promoción y mejora de su perfil.
Los trabajadores por su parte, ante los cambios mencionados han cambiado también sus perspectivas y en su búsqueda de trabajo valoran, además de salarios justos, bienestar en el trabajo, conciliación de la vida familiar y esperan que la empresa apueste por dar valor a su puesto en la empresa a través de la formación que les permita una evolución y mejora conjunta, de empresa y trabajador.
Según datos de Fundae la formación programada tiene una valoración del 6,6 sobre 10, como una de las razones del incremento de la competitividad y de un 5,75 sobre 10 en la mejora de resultados de las empresas. Aunque todavía las Pymes de menos de 50 trabajadores no terminan de apostar por la formación programada, a día de hoy son 157.449 las empresas españolas que utilizan créditos para la formación.
Artículos relacionados:
https://blog.emcformacion.com/su-empresa-tiene-ya-un-plan-de-transformacion-digital/
¿TODAVÍA TIENE DUDAS SOBRE LA FORMACIÓN ONLINE EN LA EMPRESA? – Blog Emcformación (emcformacion.com)
https://blog.emcformacion.com/formacion-y-empleabilidad/
https://blog.emcformacion.com/test-de-competencias-digitales/