Una de las maneras de atraer y fidelizar talento en las empresas es la formación.
Pero la formación está sufriendo una serie de cambios, al igual que los procesos y la cultura organizativa de las empresas, que en los dos últimos años han tenido que adaptarse a una variedad de situaciones que han motivado una serie de crisis que se están sucediendo de manera a veces simultánea.
Esta adaptación se ha traducido en: la imposición de la digitalización y la alternancia del trabajo presencial y el teletrabajo, y esto ha supuesto que los negocios se estructuren en organizaciones cada vez más dispersas, con lo que la retención
de talento, el espíritu de pertenencia a la empresa y la implicación en su desarrollo debe afrontarse de nuevas formas y métodos.
Una de las formas de retención del trabajador y su talento es que la empresa se implique en su formación, lo cual revierte en beneficios y valor añadido para ambos.
Para que esta formación tenga un resultado lo suficientemente atractivo, se deben tener en cuenta una serie de puntos:
1. Utilizar las herramientas tecnológicas necesarias para actualizar y/o proporcionar nuevos conocimientos.
2. Una metodología basada en las necesidades reales de cada individuo.
3. Personalización de la formación a través de análisis e incluso de IA.
4. Que la formación sea eminentemente práctica para que la experiencia de aprendizaje sea real y más gratificante.
5. La posibilidad de medir y analizar los resultados, de modo que la evaluación del éxito de la formación sea cuantificable.
6. Que el compromiso de la dirección sea claro hacia la retención del talento.
Como última condición la elaboración de un Plan de Formación que se centre en los puntos anteriormente descritos y sobre todo en la idea de la personalización de la formación.
En estos artículos te contamos más sobre el plan de formación de la empresa:
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